Crítica doble a The Interview: La prostitución de la sátira


A - ¡BOOM! Sinceramente, como película no diré que es de las mejores que he visto, pero, como “cabeza nuclear estadounidense” esta pieza hace mucho daño a Corea. Como dice Kim en la película: “Las bombas hacen daño, pero hay algo que hiere más: las palabras”, y no te falta razón joven dictador, una película así puede dejar más secuelas que cualquier guerra. Repito, este largometraje no me parece nada más que una mecha encendida y consumiéndose poco a poco.

P - Es bien sabido que una buena polémica es el perfecto condimento a una película (y que mejor polémica que una amenaza de guerra y terrorismo), pero todo tiene sus desventajas. Lo peta/rá con la taquilla, pero todo el mundo la comparará a la polémica recibida y para que engañarnos, no está a la altura. Ver a Seth y Franco haciendo el gilipollas siempre resulta agradable, pero no creo que valga la pena que revienten miles de personas por ello. Siendo realistas, era imposible que estuviera a la altura de la polémica, pero oye, si esto no desemboca en una tercera guerra mundial, tampoco es que vaya a hacer daño a nadie, digo yo.

A - Bueno, no se si a Katy Perry le hace una buena publicidad el hecho de que “El manipulador” de Kim la escuche mientras explota bosques en su tanque, si es así, no le hace daño a nadie. Lo que me ha dejado marcado es la obsesión del director por sacar los miembros de los protagonistas erectos y la cantidad innecesaria de sangre en las pocas escenas de acción, ¿de veras era necesario jugar a los “chinos” (lamento la broma facil de mal gusto) arrancándose de cuajo los dedos a mordiscos? Por favor, ni que fuera una de Tarantino…

P - Personalmente soy un fan de las comedias negras y no me molesta la sangre a borbotones tampoco, la verdad. Hablando estrictamente de la película, empieza bien (por ser lo que es, una comedia negra satírica) y se desenvuelve de forma amena y divertida a ratos (igual un par de gags demasiado cargados con humor fácil, pero se perdona por la gracia de James Franco), pero llega un punto en que se les va de las manos esa (a su manera) inocente sátira para llegar a un límite que es mejor no rebasar.

A - Por lo que tu ves un par de gags de humor fácil, yo veo un par de hora de éste, éste y obscenidades como penetraciones y bromas infantiles sobre el ano masculino. En fin, como dices tu, no va más allá de una comedia, (permíteme el chiste racista) amarilla. Y entretenida es, porque, aún sin conocer en persona a Kim Jong Un, tanto a mi como a James, nos ha cautivado y convencido de que en Corea hay niños gordos y tiendas de alimentación.”Te creía mi amigo…”
     
P - El principal problema de la película es que no llegas a estar seguro de que es estrictamente broma y que   es estrictamente en serio, y eso me toca las pelotas porque se ríen de todo (hasta de sí mismos en algún  momento, o eso parecía), pero se les va de las manos y termina por ser una sátira demasiado vendida. El equilibrio comercial/seriedad no se ha sabido definir esta vez, lo siento. El término sátira esta devaluado. Lamento si estoy muy espeso, pero estas comidas navideñas me matan más que escuchar entero el discurso del rey (la peli no, ojalá). Vamos, que no mata ni engorda, está bien hasta que empieza el declive de la última media hora, ese momento en que te alegras de no ser americano (hasta siendo español).