Dioses Seriéfilos: Frank Underwood (feat. Doug Stamper)

           Doug Stamper                                              Frank Underwood
Siguiendo la racha de los últimos dioses seriéfilos que hemos presentado (más de uno), seguimos el ritmo esta semana con el protagonista de la portentosa "House of Cards", Frank Underwood, junto con su mano derecha, Doug Stamper. Antes que nada veo necesario destacar que "House of Cards" es una serie que básicamente relata la vida de un congresista demócrata (Underwood) que pretende adueñarse de la Casa Blanca, por decirlo de una forma simple, por lo que esta serie es muy diferente de cualquiera que hayas visto, es muy cargada, enrevesada, que si no tienes unos ciertos conocimientos sobre el tema probablemente te perderás en más de una ocasión... no es una serie redonda, sin embargo, aunque empieza siendo bastante tediosa (la primera temporada en general), la segunda temporada resulta más dinámica y finalmente la tercera siendo la mejor. Eso sí, en apartado técnico es una auténtica gozada. Pero si hay que destacar algo por encima de todo, eso sin duda es la actuación de Spacey (y la de Robin Wright). Aunque me encantaría comentar más la serie en general, no quiero spoilear a nadie, por lo que procediré a hablar sobre nuestros dioses seriéfilos.

Por un lado tenemos a Frank Underwood, uno de los personajes más carismáticos que hemos podido ver en una serie de televisión y con una labia digna de admirar. Ahora bien, sus motivos pueden ser ya más o menos cuestionables, pero nadie le quita su talento. Aparentemente un hombre afable, considerado, patriótico. Aparentemente. Pero poco a poco nos van introduciendo al verdadero Frank Underwood (que viene a ser un "Dexter" del mundo político) y vamos entendiendo que eso es pura fachada. Es un frío, calculador e implacable hijo de puta. Y a todos nos encanta por ello. Siempre todo sale justo como él planea y cuando no es así siempre tiene algún as en la manga para arreglarlo. Sería un buen psicópata para una película de terror.

Ojo, pero no podemos olvidar de su mano derecha... y su ojo derecho, y su oído derecho. Su todo derecho. Porque admitámoslo, Frank Underwood no sería lo que es si no fuera por Doug Stamper, un hombre que, a pesar de no ser tan frío como su jefe, si es un hombre muy práctico e igual de implacable. Puede que tenga mejor corazón que Underwood, pero eso no le impide hacer su trabajo, un hombre que parece no poderse equivocar nunca, para mí superior a su jefe, sinceramente (y con un mundo interior mucho más complejo).


Para resumir: el dúo más peligroso en el mundo político. Dos máquinas como estos no se andan con chiquitas, no, si te metes en su camino ten por seguro que tu vida se verá arruinada irremediablemente. Don't fuck with Frank and Doug.